Fundamentación de Institutos y Fundaciones – El Campo es parte de la solución.

*Las fundaciones Pensar (PRO), Alem (Unión Cívica Radical) y el Instituto Hannah Arendt (Coalición Cívica) destacaron el impacto positivo que el sector agroindustrial tiene a la hora de generar puestos de trabajo y dinamizar la economía.

*A su vez Advirtieron que “es un error” creer que las medidas restrictivas del Gobierno afectan a un “sujeto privilegiado”: no, terminan dañando a centenares de miles de trabajadoras y trabajadores que -directa o indirectamente- forman parte de este enorme circuito productivo.

“En medio de esta crisis sanitaria, económica y social sin precedentes, el sector agroindustrial -por su escala y por su dinámica- es el que está en mejores condiciones de realizar aportes para seguir satisfaciendo el mercado interno y generando divisas, elemento imprescindible si es que se quiere avanzar hacia la recuperación socioeconómica de la Argentina”, sostuvieron.

En este sentido, remarcaron que “los sectores agroindustrial y agroalimentario son parte de la solución a los problemas del país, no parte del problema” y brindaron una serie de datos que dan cuenta del real impacto que tienen estos sectores en la economía del país.

“Los actores que participan en la agroindustria son muchos más que los productores de granos y carnes: están quienes producen en las economías regionales de todas las provincias, miles de contratistas y transportistas, obreros, empleados especializados que clasifican y empacan los frutos obtenidos de la tierra, o que los industrializan y transforman en diversos productos.También están los proveedores de insumos y genética, profesionales, científicos, etc”, afirmaron.

Subrayaron que detrás de ‘El campo’ hay centenares de miles de trabajadores y consideraron que “es un error pensar que las restricciones innecesarias que impone el Gobierno nacional afectan solamente al productor agropecuario, al que desde el Gobierno consideran un sujeto privilegiado”.

“Según el Ministerio de Economía de la Nación, el universo de personas involucradas en el ámbito agropecuario representa el 30,6% de los puestos de trabajo registrados en el sector privado, de un total de 10,5 millones. Es decir, la agroindustria genera más de 3 millones de empleos directos y otros tantos indirectos, con una característica única y virtuosa: su amplia distribución y cobertura territorial es un factor esencial para evitar la concentración de trabajo en grandes centros urbanos”, detallaron.

Estas cifras reflejan el peso que tiene el sector en la generación de puestos de trabajo y demuestran que cumple un rol central como dinamizador de la actividad económica.

Es por ello que desde las Fundaciones de Juntos por el Cambio alertaron que “la aplicación de políticas que ya fracasaron con anterioridad terminan impactando negativamente en todas las cadenas,conspiran contra el crecimiento productivo y terminan afectando severamente a la sociedad”.En este contexto, se enmarca el fuerte rechazo al cierre de las exportaciones de carne.

Las recurrentes trabas al sector y la aplicación de medidas impositivas distorsivas atentan contra el crecimiento del propio país: “El sector agroalimentario,pesquero y forestal aportan el 41% de los ingresos tributarios de la Argentina y generan el 60% de las exportaciones, por lo que cada medida que apunta contra el campo implica una herida de muerte a la economía del país.

“Exigimos terminar con medidas económicas e impositivas distorsivas, tomadas de forma espasmódica, que solo producen mayor desequilibrio y profundizan la falta de previsibilidad, tan necesaria para llevar adelante cualquier emprendimiento productivo e incentivar la innovación. Es imperioso dejar de aplicar parches coyunturales -como el tipo de cambio múltiple- e ir por una reforma fiscal integral que incluya la simplificación del sistema, elimine impuestos regresivos y distorsivos, sea equitativa para todos los actores, disminuya la carga impositiva total e incentive la inversión y la productividad”, enfatizaron luego.

En el tramo final de un documento pleno de definiciones políticas para el sector agroindustrial, desde Juntos por el Cambio destacaron la importancia de hacer hincapié en “la búsqueda de consensos para abordarla problemática del sector agroindustrial en forma integral, dejando de lado prejuicios ideológicos, persiguiendo acuerdos y respetando las normas, que son las herramientas esenciales de la democracia”.

El texto de las fundaciones de JxC no vacila en comprometerse de manera enfática: “Contarán con el apoyo sincero de este espacio político, que propone un desafío e invita a sumarse a quienes lo compartan: la creación de una alianza que potencie la producción en beneficio de toda la Argentina”, concluyeron.

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*El sector agroalimentario y agroindustrial argentino es parte de la solución a los problemas del país y no parte del problema. Este documento está destinado a toda la sociedad, no solo a los productores agropecuarios y las cadenas agroindustriales. 

QUIÉNES SON LOS ACTORES INVOLUCRADOS 

Los actores que participan en la agroindustria son muchos más que los productores de granos y carnes. Integran ésta cadena los productores de economías regionales en todas las provincias, miles de contratistas y transportistas, obreros, empleados especializados que clasifican y empacan los frutos obtenidos de la tierra, o que los industrializan y transforman en diversos productos. 

La agroindustria es uno de los sectores más importantes de la Argentina: cuenta con proveedores de insumos y genética, acopiadores, operadores comerciales y financieros, exportadores e importadores, industria metalmecánica especializada en cada una de las producciones, y una red de conocimiento que permite que estas cadenas evolucionen. También incluye a profesionales, científicos, centros de investigaciones públicos y privados; todos enfocados en aumentar la productividad, cuidar el ambiente y proteger la salud humana y animal. 

Asimismo, son parte las empresas innovadoras en tecnología que desarrollan insumos y nuevos sistemas productivos, y de esta forma contribuyen a bajar los costos de producción y a competir en los mercados internacionales.

EL MAYOR GENERADOR DE EMPLEOS

Según el Ministerio de Economía de la Nación, precisamente la Dirección de Cuentas Nacionales, el conjunto de personas involucradas en el ámbito agropecuario representa el 30,6% de los puestos de trabajo registrados en el sector privado, de un total de 10,5 millones. Es decir, la agroindustria genera más de 3 millones de empleos, con una característica única y virtuosa: su amplia distribución y cobertura territorial, factor esencial cuando se trata de evitar la concentración de trabajo en grandes centros urbanos. 

En comparación, el resto del sector industrial, excluyendo la agroindustria y considerando a los sectores energético y de la construcción, ocupa el 30,8% de los empleos registrados. 

Además, el sector agroalimentario no solo brinda trabajo a más 3 millones de personas, sino que posee un alto índice multiplicador de empleo. A saber, el subsector de granos y oleaginosas tiene un multiplicador de empleo de 2,5. Esto significa que se genera un empleo y medio en otros eslabones de la cadena por cada empleo directo del subsector de granos y oleaginosas. En el mismo sentido, los subsectores de ganadería y hortícola, cuentan con un índice de 2,2 y 4,2 respectivamente. 

Estos datos adquieren aún mayor relevancia si se comparan con el factor multiplicador de empleo de otros sectores: 1,7 del sector metalmecánico, 1,7 de la construcción, 1,2 del textil. El único subsector que supera al agroalimentario es el de energía, con un índice de 4,4. No obstante, este último ocupa solo el 3,7% de los puestos de trabajo del sector privado.

SI SE REDUCE EL SECTOR, BAJA LA RECAUDACIÓN TRIBUTARIA

Del total de los ingresos tributarios del país, el sector agroalimentario, pesquero y forestal aportan el 41%, por lo que achicar o dejar de impulsar esta actividad, implicará disminuir en gran escala los ingresos fiscales.

Es importantísimo y necesario subrayar que este sector es el que en los últimos 5 años aportó al menos el 60% de la totalidad de las exportaciones, con el consiguiente ingreso de divisas que ello implica. 

RETOMAR EL CAMINO DE JUNTOS POR EL CAMBIO

Debemos retomar las iniciativas impulsadas por el Gobierno de Juntos por el Cambio, en términos de política exterior, abriéndonos al mundo, apuntando a la integración global, conquistando nuevos mercados, negociando tratados de libre comercio y acuerdos comerciales; todo ello mientras cuidamos y abastecemos los mercados existentes.

Argentina, gracias al carácter emprendedor e innovador del sector, es líder en el mundo en tecnologías de siembra, protección de cultivos, cosecha, acondicionamiento y almacenaje de cereales. Es el país que menos litros de gas-oil consume por tonelada de grano producido. El uso de tecnologías digitales y la mejora de las maquinarias combinadas con herramientas satelitales, ayudan a los profesionales y a los productores a aplicar buenas prácticas agrícolas en el proceso productivo. En gran medida, aquí radican las causas del crecimiento sostenido de la producción y la productividad agropecuaria.

Todo este ecosistema, compuesto mayoritariamente por PyMEs, también genera nuevas industrias del conocimiento, son lo que genéricamente se denominan AgTech, FoodTech y todas las industrias de servicios digitales que pueden desarrollarse desde cualquiera de nuestras localidades al mundo entero.

LOS BENEFICIADOS DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

Estas actividades productivas, brindan empleo de calidad a miles de argentinos que no poseen ni trabajan una sola hectárea de campo, tal como lo demuestran los datos oficiales. Señalamos esto porque el primer error que suele cometerse, consiste en pensar que las medidas que pueda tomar un Gobierno, como lo está haciendo la actual administración, con restricciones innecesarias, cupos, cepos y tipos de cambio diferenciales, afectan al productor agropecuario porque lo consideran un sujeto privilegiado. Siguiendo esta línea, dañan no solamente a los productores agropecuarios sino también a la capacidad de trabajo, su eficiencia y su empresa. La aplicación de políticas que fracasaron antes impactan negativamente en todas las cadenas, conspiran contra el crecimiento productivo y afectan severamente a toda la sociedad. 

Por todo lo antes mencionado desde Juntos por el Cambio, no apoyamos el cierre de las exportaciones de carne y de cualquier otro producto de exportación, así como las restricciones a la comercialización. Estos cierres afectarán a los productores, provocarán el cierre de un centenar de frigoríficos, industrias y establecimientos agropecuarios, y dejarán a miles de obreros y empleados sin trabajo.

LA VERDADERA SOLUCIÓN 

Exigimos terminar con medidas económicas e impositivas distorsivas, tomadas de forma espasmódica, que solo producen mayor desequilibrio y profundizan la falta de previsibilidad, tan necesaria para llevar adelante cualquier emprendimiento productivo e incentivar la innovación. Es imperioso dejar de aplicar parches coyunturales, como el tipo de cambio múltiple, e ir por una reforma fiscal integral que incluya la simplificación del sistema, elimine impuestos regresivos y distorsivos, sea equitativa para todos los actores, disminuya la carga impositiva total e incentive la inversión y la productividad. Esta reforma no  debe desalentar a nuevos emprendedores, sino promover su desarrollo, considerando a todo el abanico productivo, agropecuario, industrial y comercial.

En medio de una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes, que afectó la actividad económica en la Argentina y en todo el mundo, el sector agroindustrial, por su escala y por su dinámica, es el que está en mejores condiciones de dar una respuesta rápida y generar los recursos necesarios. El sector está en condiciones para satisfacer el mercado interno y para seguir generando las divisas imprescindibles, siempre apostando por la recuperación socioeconómica de la Argentina. 

Se debe considerar la problemática del sector agroindustrial en forma integral, dejando de lado prejuicios ideológicos, persiguiendo acuerdos y respetando las normas, que son las herramientas esenciales de la democracia. Contarán con el apoyo y la sinceridad de este espacio político, como quedó demostrado cuando nos tocó gobernar. 

El desafío que proponemos, y al que invitamos a sumarse a quienes lo compartan, consiste en la creación de una alianza que potencie la producción en beneficio de toda la Argentina. 

Buenos Aires, mayo de 2021