En la cena anual de los magistrados, Recondo dijo que su misión es erradicar la corrupción. (Por Paz Rodríguez Niell / La Nación)
16/12- Recondo, anoche en el hotel Plaza, durante la comida anual de los magistrados. Foto: LA NACION / Fabián Marelli
Después de que la Presidenta acusara a los jueces de perseguir a sus funcionarios, los jueces le respondieron en durísimos términos: el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, afirmó anoche en la cena anual de la entidad que ellos no embisten contra nadie, que no cederán ante las presiones y que su misión es «erradicar de todos los rincones del poder a los corruptos».
El sábado, la presidenta Cristina Kirchner había denunciado una «persecución» de la Justicia a los funcionarios de su Gobierno y dijo que a los «sicarios mediáticos» ahora «se les unen algunos secuaces judiciales».
«Somos secuaces de la Constitución Nacional y de las leyes; de eso sí», le respondió ayer Recondo. «Somos institucionalistas», afirmó, y definió a los magistrados como políticos, pero no «partidistas».
Recondo habló ante más de 400 jueces llegados de diferentes puntos del país para participar de la tradicional cena de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, la más representativa de las agrupaciones de jueces del país. La reunión fue anoche, en el hotel Plaza.
Estaba previsto que el brindis final lo hiciera el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, pero a último momento, avisó que por una gripe no asistiría. Sí estaba su colega del máximo tribunal Elena Highton de Nolasco. También, la presidenta del Consejo de la Magistratura, Gabriela Vázquez, y otros miembros y ex miembros de este organismo. No así la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Tampoco, el ministro de Justicia, Julio Alak (hizo llegar un saludo), ni ningún otro funcionario de Cristina Kirchner, que en tiempos menos tensos solía tener delegados de su gobierno en esta reunión. De los opositores, la presencia más llamativa fue la del jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, que pasó a saludar durante el cóctel.
Recondo acaba de asumir como presidente de la Asociación de Magistrados en reemplazo de Luis Cabral, que fue el primer orador. Recondo ganó las elecciones de los jueces en representación de la lista Bordó, la más crítica del Gobierno, que lleva más de una década al frente de la Asociación de Magistrados.
Ayer, como era previsible, su discurso fue duro desde el primer párrafo. «Desde sectores, afortunadamente minoritarios, se nos ha acusado de opositores. Poca importancia tiene esto: es mi firme convicción de que cada uno tiene derecho a pensar como quiera; principio que parece olvidado por algunos…»
Recondo denunció «persecuciones» y les garantizó a los jueces que la Asociación los iba a defender con la firmeza que resultara necesaria.
No nombró a la Presidenta, pero su discurso fue una evidente respuesta a las acusaciones de Cristina Kirchner a los jueces. «Se ha acusado al Poder Judicial de efectuar un ataque permanente contra algunos funcionarios públicos; me siento en la obligación de decir que los jueces y los fiscales no embestimos contra nadie: sólo ejercemos la jurisdicción -cumpliendo así con nuestra obligación legal- para garantizar el Estado de Derecho y erradicar de todos los rincones del poder a los corruptos», afirmó.
Cuando comprometió el apoyo de la Asociación al magistrado perseguido que lo necesite, Recondo dijo que no habrá defensas «corporativas», pero que se opondrán a los intentos de destituir jueces siempre que se traten, en realidad, de «una inadmisible vindicta» o del «resultado de operaciones inconfesables». «Hay denuncias que son vulgares aprietes», afirmó.
Minutos antes había hablado Cabral, el presidente saliente de la Asociación. Fue muy duro. También habló de presiones y, sin vueltas, cuando hizo referencia a «fuertes embates» contra los jueces, se refirió puntualmente a los magistrados Axel López y Claudio Bonadio (el principal enemigo del Gobierno en Comodoro Py), que según Cabral fue sancionado sin motivos valederos y «con la indudable intención de amedrentar al conjunto de los jueces».
Cabral también cuestionó la remoción de «funcionarios probos» del Consejo de la Magistratura para reemplazarlos por militantes de una mayoría circunstancial. Dijo, además, que se pretende «designar ilegalmente» a un juez subrogante en La Plata en el poderoso juzgado electoral bonaerense. Además, Cabral criticó la pretendida «democratización de la Justicia», el paquete de leyes de reforma aprobado por el kirchnerismo, declarado inconstitucional -casi en su totalidad- por la Justicia.