*Creencia Popular y tradición – Como reza la antigua tradición este 1º de Agosto hay que tomar tres sorbos de Caña con Ruda…que sirve para espantar los males que vienen con el invierno. Por supuesto hay que compatir con familiares y amigos. Existen ciertas diferencias de acuerdo al preparado en distintas regiones argentinas. La tradición es milenaria y se originó con a los indios guaraníes. Los aborígenes ya habrían reconocido las capacidades medicinales de la Ruda macho, utilizada internamente con éxito contra los parásitos y determinados malestares gastrointestinales. También la usaban externamente para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.
La Ruda macho también de acuerdo a la Creencia popular, es una planta que no debería faltar en ninguna casa, pues se la concibe como un verdadero conjuro contra todo tipo de mal, la envidia, la mala suerte, la buena salud. Es preciso destacar que la fecha -1º de Agosto-coincide con el Día de la Pachamama, que se celebra en toda nuestra América del Sur.
Preparación de la CAÑA CON RUDA…
Mezclar alcohol etílico con agua hervida (o agua mineral) en proporciones que varía según el gusto del consumidor. Es recomendable agregar alcohol en un 25 %, para evitar que la bebida resulte muy fuerte. Hasta no hace mucho tiempo se utilizaba directamente caña paraguaya, porque estimaban en el nordeste que era de alta calidad.
Luego se maceran las hojas de ruda macho, volcando la pasta que se forma en el interior del recipiente que contiene la “caña” o preparado casero. Esta operación deberá realizarse varios días antes, para obtener buena mezcla de ingredientes, lo que hace más efectiva la “Vacuna” anti males.
Realizada la mezcla, quemar azúcar en una taza o bol pequeño, hasta obtener caramelo. Así caliente se vierte en el recipiente en cantidades que varían según el color que se quiere del preparado. Cuanto más caramelo se agregue, más oscura será la caña con ruda.
Dicen los entendidos que: «Caña con Ruda es un Remedio Ecológico, es un popular sortilegio de este tiempo. Circula como el rumor, seduce porque es el emergente de lo que la gente cree y autojustifica cada uno a su manera».